jueves, 4 de diciembre de 2008

Entia non sunt multiplicanda praeter necessitatem

"No se deben multiplicar los factores si no es necesario" vendría a ser la traducción al castellano (aunque no muy lograda). Esta afirmación es la famosa "Navaja de Ockham" (también conocida como principio de economía o de parsimonia), un principio metodológico formulado por el maestro Guillermo de Ockham, un fraile franciscano inglés, en el siglo XV. Se decía que mediante ese principio, Ockham "afeitaba como una navaja las barbas de Platón".
Lo que viene a decir a fin de cuentas es que en igualdad de condiciones la explicación más sencilla es, probablemente, la correcta.
Esta entrada en el blog tiene su explicación. Como vamos a ver, diversas situaciones en la vida cotidiana nos pueden llevar a engaño y ésta va a ser nuestra primera arma contra ellas (y no subestiméis el poder de esta navaja...).

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